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La gestión de incidencias y las acciones correctivas/preventivas, así como el mantenimiento preventivo/correctivo, son elementos clave en la administración efectiva de cualquier sistema o proceso, ya sea en una empresa, una organización o incluso en el ámbito personal. Aquí te explico brevemente cada uno:

Gestión de incidencias: La gestión de incidencias se refiere al proceso de detectar, registrar y resolver eventos no planificados que interrumpen o pueden interrumpir el funcionamiento normal de un sistema, servicio o proceso. Estas incidencias pueden ser problemas técnicos, errores de software, interrupciones del servicio, entre otros. La gestión de incidencias implica la identificación rápida de la incidencia, la asignación de recursos para resolverla y el seguimiento para asegurar de que se soluciona de manera efectiva.

Acciones correctivas/preventivas: Las acciones correctivas son medidas tomadas para eliminar la causa raíz de una incidencia o problema una vez que se ha producido. Estas acciones buscan prevenir la recurrencia de la misma incidencia en el futuro. Por otro lado, las acciones preventivas son proactivas tomadas para evitar que ocurran incidencias en primer lugar, identificando y abordando posibles problemas antes de que las medidas se conviertan en incidencias reales. Ambas acciones, correctivas y preventivas, son esenciales para mejorar continuamente la calidad y eficiencia de un sistema o proceso.
Mantenimiento preventivo/correctivo: El mantenimiento preventivo consiste en realizar actividades planificadas con el objetivo de prevenir fallos o problemas futuros en equipos, sistemas o instalaciones. Estas actividades pueden incluir inspecciones regulares, lubricación, ajustes, sustitución de componentes, entre otros. Por otro lado, el mantenimiento correctivo se lleva a cabo para corregir fallos o problemas que ya han ocurrido, con el fin de restaurar el funcionamiento normal de un equipo o sistema. Ambos tipos de mantenimiento son importantes para garantizar la confiabilidad y disponibilidad de los activos de una organización.

En resumen, la gestión de incidencias y las correctivas/preventivas, junto con el mantenimiento acciones preventivo/correctivo, son componentes críticos de cualquier sistema de gestión de calidad o de operaciones, ayudando a garantizar la eficiencia, la confiabilidad y la continuidad de los procesos. y servicios.